sábado, 1 de marzo de 2014

LOS ALUMNOS


Estoy muy contenta y nerviosa a la vez con mi nuevo proyecto, sólo tengo tres semanas para intentar enseñarles algo de photoshop y fotografía a los jóvenes que vienen a la escuela de Bimire.

Es algo pretencioso lo de enseñarles photoshop, pues llevan casi cuatro meses con Word y según Iñaki hay algunos que no saben todavía ni encender el ordenador. Y qué decir de inglés, los pobres tampoco entienden mucho. Así que estoy intentando hacer un mix nepalí-inglés para que me entiendan.

Cuesta bastante la verdad, pero poco a poco los más aventajados van aprendiendo algo.

La idea, por supuesto no es que terminen sabiendo usar el programa, sobretodo porque en casa no tienen ordenadores y no sé si volverán a usarlos…la idea simplemente es que vayan manejando herramientas distintas y se vayan familiarizando con el ordenador, que potencien un poco la creatividad. Que se vean en una labor distinta que no sea el campo o sus quehaceres cotidianos. Que aprendan algo distinto y que pasen tiempo despreocupados…que se empoderen en nuevos recursos…y quien sabe, la mayoría de ellos emigrará a Katmandú y a lo mejor cuando lo hagan recuerdan algo de lo aprendido aquí.

Con fotografía es algo más difícil, no consigo que hagan otra cosa que echarse fotos a ellos mismos y que pasen más tiempo mirándolas que aprendiendo…pero bueno, la idea es la misma. Tampoco puedo pretender que sean fotógrafos profesionales, sólo que toquen una cámara y pasen un rato divertido, y eso si lo estoy  consiguiendo.


Estoy muy feliz, y siento que debería a ver empezado antes. Me da pena, que sean tan pocas clases, y sé que me va a quedar la espinita de no haber pasado con ellos más tiempo.

Por eso, este viernes que no teníamos clases organizamos un día de juegos. Con la idea de “crear” un espacio en el que acudieran simplemente a divertirse. Parece una estupidez, pero estos jóvenes prácticamente no han tenido infancia, pasan del cole al trabajo, y desde muy pequeños tienen muchísimas obligaciones.

Estoy convencida que ésta es de las primeras veces que se reúnen simplemente a jugar…  Claro que he visto algunos adolescentes jugando solos al vóley, pero raramente chicos y chicas y siempre “escapándose” un rato a la salida de la clase y antes de volver a casa. No tienen un tiempo determinado específicamente para esto. Y lo que es más importante, a jugar a lo que ellos quieran, sin supervisión y sin que venga un adulto a quitarles de en medio.

Alba (estoy muy contenta de tenerla de compi, me ayuda en todo y tiene muchas ganas de hacer cosas) preparó unos carteles para cada actividad y otros para que los alumnos pusieran sus nombres y los llevaran colgados al cuello. “Piensa que ellos nunca han tenido una fiesta de cumpleaños” decía.

Pusimos un tablero de ajedrez, otro de tres en raya, la pelota de vóley, y un juego que improvisamos que consistía en tirar un freesbee contra una jarra puesta en un cubo.


La verdad es que la gente se lo pasó muy bien, y nosotras acabamos muy contentas. Sólo nos queda un viernes más y ¡seguro que haremos otra!



No hay comentarios:

Publicar un comentario