Como me
habían dicho, esas dos montañas a nuestras espaldas en Bimire tienen otra cara
que da al norte, y allí está la guarda 8. Por suerte nos llevan en jeep hasta
Nisanke y de allí el camino es más fácil, y podemos portear nuestras mochilas.
El camino es francamente bonito, ya no puedo
ver el rio, pero hay otro valle y lo que
si puedo ver durante todo el camino es la cordillera del Everest, más de veinte
picos se levantan nevados en el horizonte, aclarando y declarando ser el techo
del mundo.
Después de más de media hora andando, esta vez
casi sin desnivel llegamos a mi casa. La casa de Kedar y Sarita Basnet.
En realidad son dos casas gemelas de dos
plantas, enfrentadas la una a la otra, la principal en la que ellos viven, y la
segunda en la que viviremos nosotras, junto a los animales.
La planta de debajo de la nuestra tiene la
cocina y en la planta superior nuestra habitación, compartida, ni demasiado
grande ni pequeña…lo justo. Forrada de papel de periódico y con telas en el
techo.
Las camas son una estructura de madera con un
par de jarapas a modo de colchón… “ummm que cómodo.”
La familia se compone de Sarita (la madre),
Kedar (el padre) Surpriya y Anamica (dos hijas de veinte dos y veinte años) y
Onil (el hijo menor de diecisiete).
A demás
hay una mujer octogenaria bastante loca, por lo visto medio sorda y con un ojo
ciego, que se tira todo el día hablando sola y un hombre de unos cincuenta que
trabaja como un burro en el campo, que por lo visto son sirvientes…la familia que me
acoge es de casta alta, el padre es político y la madre profesora.
Me entristece no encontrar niños, pero “mis hermanos
adolescentes” son un alivio, porque saben bastante inglés y eso ayuda bastante
a la comunicación, la pega esque sólo estarán con nosotros un par de semanas. Estudian
en Katmandú, ahora están de vacaciones pero pronto partirán y ya no volveremos
a verlos.
A mí, me ha tocado ésta casa porque se supone
que es la que mejor suministro eléctrico tiene, yo necesito cargar la batería
de la cámara y el portátil para poder trabajar, y luz durante el día para poder
editar los video con el portátil. Y ésta creo que es la única casa que tiene
placas solares que ofrecen luz durante el día y electricidad la suministro por
la noche… hasta tienen televisión! Vamos
que aquí hay caché…
Mi compi de proyecto se llama Mikela, es
italiana y es una aficionada a la fotografía… la verdad esque no es mi
compañera ideal, a ella le gustaría estar en el proyecto de mujeres, no sé
porque ha acabado aquí…pero aquí esta…de cualquier manera…
Ha venido con lo puesto, sin ordenador hasta
sin pilas…es bastante lenta a la hora de trabajar y un rayo en la montaña,
asique de entrada dejémoslo en que no tenemos una muy buena y ni siquiera
fluida relación…
Los primeros días
no tenemos mucho que hacer, nos los han dejado libres para que nos adaptemos y
conozcamos nuestra nueva casa. A demás justo ahora son elecciones y la gente
está muy nerviosa. Así que hacemos turismo cercano, conocemos la fuente a la
que tenemos que ir a lavar la ropa, el grupo de amigos de nuestros “hermanos
nepalíes”, algún vecino curioso que no deja de visitarnos…
Me encanta el relato y sobre todo como lo cuentas,muy descriptivo,agil y real y espero con ilusion nuevas entregas.Buena estancia y te animo a continuar con tu labor y tu publicacion
ResponderEliminarMuchas gracias Esteban! Me alegra saber que lo estas disfrutando, me gustaria escribir mas de continuo, pero aqui es toda una odisea. Saludos.
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